lunes, 14 de marzo de 2011

Los poemas de los niños de 5

Cuento de niños y niñas de 5:a y 5:b




Érase una vez una bellísima mujer a la que le gustaba mucho tocar su querida flauta.Un día fue a la playa y se encontró a un delfín malherido. La muchacha, al ver al animalito, lo curó y luego, para calmarlo, tocó una canción con su flauta. Otros animales al escuchar tal melodía acudieron también a su encuentro.
El delfín, recuperado y más tranquilo, la llevó a una isla. Una vez allí, descubrió que podía entenderse con todos los animales que allí vivían. Así, se hizo amiga de la mona Ana que era muy simpática, todos se reían con sus gracias y travesuras.Iban a nadar con los delfines, cogían frutas, jugaban...
Un día la muchacha tocó su flauta y la mona Ana, al escuchar la música, se puso a bailar. Todos los animales reían, pero de pronto escucharon un ruido lejano. Se giraron y al descubrir algo en el mar huyeron asustados . Sólo Ana permaneció junto a la muchacha.
Los delfines la avisaron y ella pudo saber de qué se trataba: ¡Era un barco muy raro!
Asustada, los animalillos la llevaron a una oscura cueva. De repente se oyó un estruendo y la chica salió para ver qué pasaba y vio un torbellino oscuro en el cielo. Volvió corriendo a la cueva y dijo preocupada:
- Chicos, hay un torbellino muy oscuro, ¿ qué podemos hacer ?-
En ese instante, apareció un murciélago llamado Pudi y tras dejar claro que era buen amigo, les comunicó que el torbellino era muy grande.
Todos estaban preoucupados sin saber cuánto tiempo deberían permanecer sin salir de allí.
Pasaron varios días. El torbellino se fue y la chica con los animalitos pudieron salir de la cueva.No imaginaban lo que verían: ¡todo estaba destrozado!, árboles caídos, frutas aplastadas en el suelo...
La niña, triste y preocupada, preguntó:
-¿ Qué vamos a hacer ahora sin comida ?
Uno de los animales respondió:
- Podemos construir una barca con la madera de los árboles que se han caído.
Pudi añadió:- ¡ Buena idea !
Todos trabajaron incansablemente todo el día para intentar que estuviera lista para irse de la isla.
Al fin la terminaron, pero a la hora de partir, ¡ faltaba alguien!. Era la mona Ana, que jugando, distraída, se había perdido.
La muchacha pidió a Pudi que realizara un vuelo de inspección para encontrarla. Y así lo hizo, mientras los animales le animaban desde el suelo gritando: ¡ Pudi, tú puedes !
De un sólo vistazo, el murciélago pudo localizar a la mona Ana y la llevó de vuelta con sus amigos.
Todos pudieron volver a la playa. La muchacha volvió a tocar su flauta como agradecimiento a los animalitos que la habían seguido hasta la orilla y allí se dispidieron de ella con tristeza, pero a la vez contentos de haberla conocido.


Alumnos y alumnas de 5ºA y 5ºB

hoy estamos: